miércoles, 29 de julio de 2015

SISTEMAS | TU VISIONING

EL MEJOR PRODUCTO: EL FUTURO

Todavía sigo implementado mi visioning a cinco años. El cajón de sastre que en su día fue, se va transformando en una maleta amplia, con compartimentos separados, cantoneras para rozaduras y estructura flexible. 

¿Pero como diseñar tu visioning, ese futuro ideal e imaginario?


El primer paso es reflexionar y decir donde quieres estar. Es un metaviaje al futuro. Se trata de situarte dentro de tres, cinco o diez años y pensar en quien quieres ser. El resto es fácil, solo tienes que anotar los procesos que necesitas para llegar allí, para ser quien serás.

Esta es la diferencia entre planificar y visionar. En la planificación estás en el presente y miras al futuro. En el visioning estás en el futuro y mides las distancia que debes recorrer.

Stephen R. Covey define la creación de una visión como uno de los hábitos de la gente altamente efectiva. Nuestras acciones se deben dirigir a lo significativo. “Después de todo, para un velero sin puerto cualquier viento es bueno”.

Naisbitt la define como “el enlace entre los sueños y la acción”. Aunque no debe ser una frase para enmarcar y olvidar luego. Revisa los factores positivos y los críticos, lo importante debe ser siempre lo primero.

Un científico definiría el visioning como la detección de necesidades personales que abarca actitudes y aptitudes junto con un plan para resolverlas.

Un amigo me dijo en enero: estar orientado a los resultados es de fracasados, lo importante son los procesos.


Alguien prosaico pero un poco poético te dirá: sé imaginativo y creativo en el presente, pero no te imagines el futuro porque estás en él.



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